Si tuviese una máquina del tiempo que me permitiese volver atrás, sé exactamente a qué punto de mi vida le pediría que me llevase. Existe un momento en la vida en el que pareces tener toda tu vida por delante. Un momento, en el que puedes permitirte soñar, más de lo que nunca podrás hacerlo. El mes de junio del año en el que cumples los 18 años. En la mayoría de los casos, en ese momento que dura tan pocos días, decides lo que quieres ser el resto de tu vida.

Si os encontráis en ese momento: Soñad, con la cabeza en las nubes y los pies en el suelo. Esa es la mejor forma de hacerlo. Pensad en lo que siempre habéis querido ser. En lo que os haría sentir orgullosos. En aquello que os haga más felices. En aquello con lo que os sintáis más identificados. En lo que os descubre la mejor versión de vosotros mismos.

Recordad que los sueños, a veces, se hacen realidad. Visionad como sería vuestra vida si ese sueño fuese de verdad. ¿Os sigue gustando lo que véis? ¿Os sentís cómodos con ello? ¿Sí? Pues a por ello. No importan las salidas. Ni lo difícil que sea conseguirlo. Si realmente es lo que queréis, tendréis la fuerza y el tesón suficiente para trabajarlo y pelear por ello hasta conseguirlo. Llegará, aunque quizá no exactamente en la forma que esperáis, porque los sueños también evolucionan con nosotros.

Las personas que más os quieren os podrán ayudar y siempre aconsejarán aquello que ellos crean que es lo mejor para vosotros, porque os quieren. Pero no lo olvidéis, la última palabra es vuestra. Algunas personas de alrededor ayudan muchísimo y, otras, aunque sin mala intención, ponen “palos a las ruedas”. No os enfadéis con ellos, ni tampoco toméis la decisión por rebeldía o por llevarles la contraria. Eso, probablemente, os guiará en la dirección equivocada. No hace mucho vi una película (que se ha convertido en una de mis favoritas) que trata sobre este tema: “La familia Bélier”. Tengo pendiente un post sobre este descubrimiento.

Y ¿qué pasa si os dais cuenta al principio del camino de que os habéis equivocado? Pues nada. No pasa nada. Es muy importante, para quitar presión pensar que, nada es definitivo en este aspecto. Así, tomaréis la decisión más tranquilos y, seguramente, de este modo, será más acertada. Si de aquí a un año, o dos, o tres… os dais cuenta de que no queréis seguir por ese camino pues se toma un desvío y asunto arreglado. En realidad, no estaréis volviendo al punto de partida pues llevaréis en la mochila todo lo que hayáis vivido hasta entonces. Tendréis más experiencia, habréis aprendido y podréis tomar decisiones con más información. Cédric se dio cuenta a mitad del camino que su vida no le llenaba y cambió de ciudad y de vida.

Qué maravilla tener toda la vida por delante!! Qué bien suena eso, verdad?? Pero, hablando de presión, aquí esta ya nuestra amiga la Selectividad. Si todos los exámenes tal y como están planteados hoy día son absurdos. Este, en concreto, siempre me ha parecido el más absurdísimo de todos. Amiga selectividad, me ha complacido infinitamente saber que ya sólo te quedan cuatro asaltos (dos este curso y los del que viene). Lástima que, cuando me tocó batallar contigo, aún estabas tú en tu máximo esplendor. Sólo espero que el cambio sea para mejor…

Mucha suerte a todos los estudiantes que este año os estáis examinando de Selectividad. Mañana mismo, seréis libres como pajarillos y comenzará el mejor verano de vuestra vida. Disfrutadlo! A ser felices se ha dicho!! La vida no es ningún ensayo, cada día se estrena una función improrrogable. Exprimidla al máximo y conseguiréis el mayor premio de todos :VIVIR.

Os dejo con el tema principal de la película que os comentaba un poco más arriba, «La familia Bélier». La canción es «Je vole» de Michel Sardou interpretada por Louane Emera. Pañuelo a mano, porque emociona…

P.D.: Todo lo que he escrito en este post es mi opinión personal y subjetiva, por supuesto, no es la única correcta. Se basa en mi experiencia, pero cada persona y cada vida es distinta. Sólo he querido compartirlo, por si a alguien sirve de ayuda. Si creéis que no son más que paparruchas, pues a otra cosa!

Nota: Todas las ilustraciones de este post son de Emmanuelle Colin.