A Cloud on Holiday

Lejos de la playa, allá donde el mar es más azul, hasta donde os alcanza la vista, en el lugar donde sólo una fina línea separa el cielo del mar. Allí es donde Claude comienza sus vacaciones de este verano.

Las vacaciones de las nubes son muy peculiares aunque, algunas veces, comienzan igual que para muchos de nosotros los humanos: con un chapuzón en el agua del mar. El calor sofocante hace que a Claude le cueste mucho esfuerzo mantenerse en formación nube, tan bonita y esponjosa, pues las altas temperaturas hacen que el vapor de agua del que está compuesta, se disipe y si eso ocurre, Claude dejaría de existir! Las nubes evitan su desaparición emigrando a otro lugar más frío (igual que hacen las aves, pero al revés). No es una mala opción pero, este año, a Claude le apetecían vacaciones en verano y de verano.

Para poder disfrutar de sus vacaciones en época estival Claude le pide ayuda a su amigo Lorenzo, el Sol: “Lorenzo, por favor, gradúa un poco esos rayos y ponlos a temperatura condensación”. Después de un ratito tomando el sol los rayos de Lorenzo surten efecto. Claude se expande, el vapor de agua del que se compone comienza a transformarse en millones de gotitas de agua microscópicas. ¡Qué gustoso! Ya están listas. Claude ha dejado de ser una nube para transformarse en gotitas de agua. Las gotitas cogen aire y se lanzan al vacío y allá lejos, en el horizonte, sobre el mar, llueve por un momento. Unas gotitas se tiran al agua en bomba tapándose la nariz, otras se zambullen en el agua de cabeza, las más expertas se dejan caer dibujando en el aire saltos con tirabuzón… ¡Comienzan las vacaciones!

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Ilustración: Silvia Portella

Cada una de las gotas pasará sus días libres como prefiera: unas se quedarán en el mar, dedicándose a la vida contemplativa y dejándose llevar por las olas (me mareo sólo de pensarlo), o surfeando las olas sobre algún pez, explorando el fondo marino, organizando búsquedas del tesoro en barcos naufragados ya hace tiempo…; otras navegarán hasta la orilla en un barquito fabricado con la concha de un berberecho y pasarán sus vacaciones en tierra firme, chapoteando en algún charco, haciendo turismo en las ciudades a través de sus fuentes, descubriendo el país utilizando las corrientes de los ríos, descansando en los lagos o las piscinas y, por la noche, dormirán en sus apartamentos vacacionales, las plantas. Creo que este año, por las fotos que me envían las gotitas, están veraneando en Japón (claro, está tan de moda, que Claude ha decidido ir a ver porqué tanto ruido).

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Ilustración: Silvia Portella
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Ilustración: Silvia Portella

Cuando la primera hoja de árbol caiga al suelo anunciando que el otoño se acerca, las gotitas sabrán que deben acudir al punto de encuentro, el mismo lugar del mar donde cayeron al empezar las vacaciones. Volverán todas, o no. Algunas decidirán hacerse gotas marineras o quedarse a vivir en la ciudad. Es arriesgado para Claude escoger la opción de vacaciones en la que debe cambiar de estado. Puede que pierda a algunas de sus gotitas pero, en contrapartida vendrán algunas nuevas gotitas afines, descubrirá un montón de cosas nuevas, las gotitas que no vuelvan serán más felices y las que vengan estarán encantadas de ser gotitas nube. Para las nubes también sirve el dicho: «quien no arriesga, no gana». Llegado el momento, todas las gotitas de Claude se colocarán alrededor del punto acordado en la superficie del mar y corearán al unísono: “Lorenzo, por favor, danos unos rayos a temperatura vaporización”. Y subirán al cielo azul, ordenadamente, a bordo las escaleras mecánicas del rayo de sol que las transformará en gas. Una tras otra, se irán colocando en formación nube, del centro, hacia afuera y Claude de nuevo será una nube. Mi amiga nube.

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Ilustración: Silvia Portella

Cuando llegue septiembre, dejaré mi ventana abierta… Estaré esperando a Claude para seguir con nuestras aventuras. Durante este paréntesis, abriré bien los ojos, por si me encuentro con alguna gotita de Claude durante mis vacaciones y si me tropiezo con alguna, os lo contaré por facebook e instagram.

Felices vacaciones! Nos vemos a la vuelta!

Y ahora: banda sonora veraniega!

Nota: Todas las ilustraciones de la historieta son obra de Silvia Portella, una catalana afincada en Berlín. El tema, como ya se ve es «Fuerteventura» de «Russian Red». A mi me transmite buenrollismo veraniego.

silvia

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