Lápiz y Goma se conocían de la papelería a la vuelta de la esquina. Solían observarse con curiosidad a través de la transparencia de la bandeja de metacrilato que los separaba. Seguir leyendo «Historia de Lápiz y Goma»
Etiqueta: cuento
Le Typographe
Su nombre era Cédric. Era un muchacho francés de esos que triunfan siendo demasiado jóvenes y después se cansan del éxito. Probablemente, trabajaba como director de arte en una agencia de publicidad reconocida. Más que del éxito en si mismo, se hastió, de todo lo que éste conllevaba. Por lo mucho que parecía cuando iba tras él y de lo vacío que en realidad estaba. En medio de la vorágine tecnológica, de la inmediatez, del ruido frenético, del estrés y del ir y del venir, del timeline con vencimiento “ayer”, su tiempo se detuvo, todo se movía y él se quedó allí, quieto. Seguir leyendo «Le Typographe»
Christmas, see you soon!
Como cada primer domingo después de que viniesen los Reyes Magos, la familia completo se disponía a emprender una excursión en su Pick Up hacia las montañas del Valle de Pineta para dejar allí hasta el año siguiente a su Árbol de Navidad. Seguir leyendo «Christmas, see you soon!»
Savoir Vivre
François es un pequeño gorrión pardo que vive en uno de los lugares más exclusivos del mundo. Es lo que tiene ser libre, que puedes escoger, y él, escogió muy bien. Se las ingenió para construir y camuflar su acogedor nido hecho de ramitas en lo alto del monumento más emblemático de la Ciudad de la Luz. Su casa, se encuentra entre una de las grandes tuercas que sujetan el gigantesco foco que sirve de faro a la ciudad de París y una esquina de la misma Torre Eiffel. Allí arriba, tiene su hogar este privilegiado amigo de Claude. Seguir leyendo «Savoir Vivre»
Autumn Leaves
Esta misma mañana, al salir de mi portal de camino hacia el trabajo, he encontrado a alguien que me estaba esperando: una bonita hoja de árbol, de color marrón anaranjado y una forma perfecta, como recién caída de su árbol. Iba pensando yo en eso cuando me he dado cuenta de que, empujada por el viento, me iba siguiendo. He subido al autobús y al mirar por la ventana he vuelto a verla, esquivando a los coches, a las motos y muy cerquita de la ventana. No le he quitado la vista de encima en todo el trayecto y, al bajar del autobús, me ha acompañado hasta la puerta del trabajo y, allí, ya nos hemos despedido. No sé si volveré a verla, pero me ha encantado conocerla.