Santa is Here

Llega un momento en la vida de todo niño, y recordad que todos fuisteis niños alguna vez, en el que su inocencia comienza a resquebrajarse y es entonces cuando se formula la temida pregunta, tan antigua como el propio personaje que la inspira: ‘¿Existe Papá Noel de verdad?’

Ilustración: Nicole Li

La Navidad se acerca, pero este año, ya no nos cabe duda de que será diferente. ¿Vendrá Santa Claus este año a pesar de la pandemia? ¿Estará confinado por tratarse de una persona de riesgo? ¿Se le podría considerar un ‘allegado’? En esta Navidad tan atípica, necesitamos CREER más que nunca (y no sólo los pequeños, los mayores también) y por eso hoy os traigo evidencias reales de que Santa Claus SÍ existe de verdad:

Traducción del Artículo del diario «The Sun»del 21.09.1897 del autor Francis P. Church.

“¿Existe Santa Claus? Tenemos el placer de responder de este modo y tan públicamente a la comunicación mostrada abajo, expresando, al mismo tiempo nuestra gran satisfacción de que su autor sea uno de los que se encuentran entre los numerosos amigos del Sun:

Querido Editor: Tengo 8 años. Algunos de mis amigos dicen que Santa Claus no existe. Papá me ha dicho ‘Si lo ves en ‘The Sun’ será cierto’. Por favor, dígame la verdad, ¿existe Santa Claus?

Virginia O’ Hanlon, 115, West Ninety-Fifth Street

Virginia, tus pequeños amigos están equivocados. Están afectados por el escepticismo de una edad escéptica. Sólo creen en aquello en lo que ven. Piensan que nada puede ser si no es comprensible por sus pequeñas mentes. Todas las mentes, Virginia, tanto las de los mayores como las de los niños, son pequeñas. En este grandioso universo donde vivimos, el hombre es un mero e insignificante insecto, una hormiguita, en cuanto a su inteligencia, si lo comparamos con el mundo sin límites a su alrededor, si lo medimos según la capacidad de su inteligencia para entender toda la verdad y el conocimiento.

Si, Virginia, Santa Claus existe. Existe tan cierto, como que el amor y la generosidad y la devoción existen, y tú bien sabes que esos sentimientos abundan y llenan tu vida de la mayor alegría y belleza.

¡Qué pena! ¡Cuán gris sería el mundo si Santa Claus no existiese! Sería tan triste y gris como  si no existiesen Virginias.

Entonces no existiría la fe inocente de los niños, no existiría la poesía, tampoco el romance que hiciera tolerable nuestra propia existencia. No tendríamos otro placer que no fuese el juicio y la vista. La eterna luz con la que la infancia ilumina el mundo estaría extinguida.

¡No creer en Santa Claus! ¡Puede que tampoco debieras creer en las hadas! Puede que debieras decirle a papá que contratase hombres que vigilasen todas las chimeneas en Nochebuena para cazar a Santa Claus, pero incluso si ellos no vieran a Santa Claus bajando por las chimeneas, ¿qué probaría eso? Nadie ha visto nunca a Santa Claus, pero no hay ninguna evidencia de que no exista. Las cosas más reales en el mundo son aquellas que ni siquiera los niños ni los mayores pueden ver. ¿Has visto alguna vez a las hadas danzando en el campo? Por supuesto que no, pero eso no es prueba de que no estén ahí. Nadie puede concebir o imaginar todas las maravillas que son invisibles o secretas en el mundo.

Si destapas un sonajero de bebé verás qué es lo que produce su sonido, pero hay un velo invisible que cubre el mundo de lo intangible que ni el hombre más fuerte, ni siquiera la fuerza unida de todos los hombres más fuertes que vivieron jamás, podrán destapar. Sólo la fe, la imaginación, la poesía, el amor, el romance, pueden echar a un lado esa cortina para ver y retratar la divina belleza y esplendor de lo que hay más allá de ese velo.

¿Es todo eso real? Virginia, no hay en todo este mundo nada más real y perdurable. ¡No existe Santa Claus! ¡Gracias a Dios! Él vive, y vive para siempre. Desde hace miles de años atrás, puede que, desde hace diez veces diez miles de años atrás, y él continuará haciendo felices a nuestros corazones de niños, por siempre.”

Ilustración: Nicole Li

El ritual de Santa Claus, comienza en el momento en el que escribimos nuestra carta. Escoger un papel bonito, de buena calidad, con motivos navideños, algunas pegatinas, washi-tapes y lápices de colores para decorar nuestra misiva y así conseguir que destaque entre las demás. Rebuscar en nuestra mente y también en nuestro corazón lo que deseamos pedirle este año. Escribir con nuestra mejor letra y claridad… Todo ello con la esperanza y la ilusión de que en la mañana de Navidad nuestras peticiones se hagan realidad. Y llega el momento de llevar la carta al buzón, pero, ¿dónde enviarla? 

  • Al pie de los Alpes Suizos, en el cantón de Appenzell (sí, el nombre se parece a Arendelle, el reino de Frozen), subiendo desde el lago Constanza, encontraremos un encantador pueblecito típico de Suiza, llamado Wienatch. Los inviernos allí son mucho más que fríos. Durante todo el año, las calles se cubren de un manto de nieve pulida por el soplo de un viento gélido y su ulular es lo único que desafía romper la paz del silencio. Esa quietud es la que precisa Willy Würzer, el ex-jefe de la oficina de correos de Wienatch-Tobel, que un día decidió responder a las cartas que llegaban a su oficina para Papá Noel (que eran muchas, pues el nombre del pueblo se parece a Navidad en alemán-Wienatche-). A día de hoy, y aún estando jubilado, el viejo Willy está muy ocupado en el periodo prenavideño, pues sigue leyendo, clasificando y respondiendo a todas y cada una de las cartas que llegan para Santa desde todos los rincones del mundo.

Si queréis escribir a Papá Noel allí debéis enviar vuestra carta a ‘Weihnachtsmann -Papa Noel – Santa Klaus 9405 Wienatch. Sweden’. Por si acaso, yo le escribiría en inglés o, si tenéis la suerte de saber, en alemán.

Ilustración: Louise Cunningham
  • Como muchos de vosotros ya sabréis, Papá Noel tiene fijada su residencia en Rovaniemi, Laponia. Es posible ir a visitarle y entregarle la carta en mano, o dejarla en el buzón de su oficina de correos. ¿Y si no podéis/queréis desplazaros hasta allí? Pues no os preocupéis. La Oficina de Correos del poblado de Papá Noel es una oficina real y funciona durante todo el año. 

Si queréis escribir a Papá Noel a través de la Oficina de Correos de su poblado en Rovaniemi, la dirección es: Santa Claus’ Main Post Office, Tähtikuja 1, 96930 Arctic Circle, Finland

Con las nuevas tecnologías, la oficina de correos de Santa Claus, se ha modernizado y también puede enviarse la carta directamente a la oficina de Correos de su poblado en Laponia, a través de internet. Esta opción me encanta, porque recibes una respuesta de alguno de los elfos o, si tienes suerte, del mismo Papá Noel en persona, en tu buzón con papel y sellada por la oficina de correos del poblado de Papá Noel en el Polo Norte.

Ilustración: Louise Cunningham
  • Si ninguna de las opciones anteriores os convence y preferís escribir a Papá Noel, y entregar vuestra carta mucho más cerca de casa, no hay problema. La Oficina de Correos de Papá Noel, tiene convenios con las oficinas de correos de todos los países del mundo mundial. En España, todas las cartas a Papá Noel y los Reyes Magos se gestionan a través del ‘Departamento de Envíos Extraordinarios

En años anteriores se podía visitar su sede en Madrid, que es maravillosa. En ella trabajan para Papá Noel y Sus Majestades los Reyes Magos seres mágicos de distinta índole (elfos, hadas, duendes…). Este año, a causa del coronavirus, todo parece indicar que trabajarán a puerta cerrada. Pero cualquier otro año, si tenéis la oportunidad, bien merece una visita. Allí podréis comprobar si habéis sido buenos o malos con un detector de comportamiento, poned vuestras manos sobre la bola mágica del lector de deseos. Concentraos y pensad en aquello que realmente deseáis de verdad y los elfos os entregaran vuestra carta impresa con los deseos más profundos de vuestro corazón. Con vuestra carta en mano, la nariz maestra de un duende será capaz de recrear aromas para hacer vuestra carta más agradable a sus destinatarios (esencia de amistad, perfume de alegría, aroma a galletas de mantequilla recién horneadas…) . Incluso podréis elegir con ayuda de los elfos, los sellos que más os gusten, para que vuestra carta esté lista para enviar. Hecho esto, podréis lanzar vuestra carta al río de las cartas y ver el comienzo del viaje de vuestra epístola. Y como colofón final, podréis acceder a ver la Cúpula de los deseos: En el departamento de Envíos Extraordinarios recogen toda la energía que genera la ilusión de los deseos allí creada y la utilizan para hacer volar las cartas hasta su destino. ¿Es precioso, verdad? Es una lástima que, este año (maldito coronavirus) no sé si será posible acceder al departamento. Aún así, deberíais poder enviar vuestras cartas y sentir la magia al hacer seguimiento de vuestro envío a través de ‘El Iluscopio‘.

Claude y yo nos hemos puesto en contacto con el Departamento correspondiente y estamos a la espera de alguna respuesta por su parte. Os informaremos cuando tengamos noticias… Aunque puede que estén tan atareados estos días que no puedan respondernos. Hemos estado investigando y ya tenemos resolución. No dudéis en pasar por el departamento de envíos extraordinarios vía web este año de pandemia. Os esperan allí muchas sorpresas y recordad: No sólo podéis escribir desde allí a Papá Noel, sino que también podéis escribir a SSMM los Reyes Magos de Oriente.

Vuestras cartas viajan, empujadas por la energía de la ilusión y llegan hasta las manos de Papá Noel. Ya hemos hablado de un Santa Claus de carne y hueso en Suiza, pero en Estados Unidos viven algunos elfos carpinteros de Santa Claus. La Asociación de Carpinteros del Condado de Orange, en USA, formada por ancianos veteranos de guerra, se dedican desde 1981 a crear con sus propias manos juguetes de madera para dejar en las casas de los niños más necesitados y desfavorecidos la noche antes de Navidad. 

¿Habéis escrito ya vuestra carta a Papá Noel? Este año, muchas de las cartas contienen deseos de esos que son más difíciles de cumplir, incluso para Papá Noel. Las peticiones de las cartas de la mayoría de nosotros este año contendrán deseos que no pueden ser comprados y, precisamente por eso, son mucho más nobles, más valiosos y más complicados de hacer realidad. Encontrar la cura para el coronavirus, la petición de que algún familiar se ponga bien, reponerse ante la pérdida de alguien querido, encontrar un nuevo trabajo, recuperar el negocio resentido por las medidas de la pandemia… Por eso, este año, no podemos dejar solo a Papá Noel y nosotros también debemos poner de nuestra parte para conseguir nuestros regalos. Hay cosas que no dependen de nosotros, eso está claro. No podremos salvar a alguien si está muy enfermo, pero podemos apoyar y entender a aquellos que han perdido a un ser querido, valorar lo afortunados que somos si tenemos bien a todos nuestros familiares y hacerles sentir que les queremos. Podemos ser responsables y conscientes a fin de evitar que el virus se propague. Intentar mantener la buena actitud, el ánimo, la ilusión y las ganas aún cuando la situación se prevea difícil. Todo esto no garantizará que nuestros deseos se cumplan, pero se lo podrá un poco más fácil a Santa para que nos eche una mano y que sea necesaria sólo una pizca de su magia para conseguirlo.

¿Acaso no sería mágico que el mundo entero se llenase de Elfos, Santa Claus, Reyes Magos, en estas fechas? ¿Y por qué no? Ya existieron hombres como el periodista Francis P. Church y hoy en día tenemos a Willy y a los carpinteros veteranos del Condado de Orange que mantienen vivo a Santa Claus. Nosotros les hemos descubierto a ellos, pero ¿No nos convertimos estos días todos un poco en elfos de Santa o pajes de los Reyes Magos? ¿Necesitáis alguna prueba más de que la magia de la Navidad sí existe? Espero que la mañana de Navidad encontréis cumplidos debajo del árbol o, mejor aún, dentro de vuestros corazones, aquellos deseos que habíais formulado en vuestras cartas. 

Este año, más que nunca, y aunque sea diferente:

¡FELIZ NAVIDAD!

P.D. : Si os habéis quedado con ganas de más historias navideñas de Claude the Cloud: podéis descubrir La Magia de la Navidad, conocer las peripecias del cerdito Tomás para salvarla, leer la historia de La Estrella de Navidad o conocer a un Virus bueno que tiene mucho que ver con estas fiestas.

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